WDP Slovenia preparatory meeting in Costa Rica. PC: Rebeca Cascante-Gómez El Día Mundial de Oración es una celebración que nos da la oportunidad de conectarnos de manera concreta con mujeres del mundo. Es una conexión espiritual, novedosa, creativa que rompe fronteras y permite conocer un país y su realidad, pero creo que principalmente cada año, él nos conecta con la esperanza. Hoy donde el mundo aparentemente está más conectado en medio de tantas redes y tecnologías y en donde la mayoría de la población tiene acceso para conocer otras realidades, se vive la contradicción de la desconexión. Estudios han confirmado que entre “más se está conectado” menos “conectados estamos, con nosotras mismas, los demás y la naturaleza. Desafortunadamente a esa desconexión, se agrega el hecho de que en los países de nuestra región las posturas políticas, las crisis económicas y los fundamentalismos también están separando y dividiendo a la sociedad. Estamos enfrentando la intolerancia e irrespeto a quien piensa o es diferente y como consecuencia genera una pérdida de relaciones entre los seres humanos, el individuo, la sociedad, las iglesias y la familia. El Día Mundial de Oración es como una semilla de esperanza pertinente a la conexión y acción en medio de estas realidades que están tomando fuerza. Cuan apropiados son los temas que Surinam y Eslovenia nos plantean. “Toda la creación de Dios es muy buena” (Surinam) y “Vengan que todo está preparado” (Eslovenia). Miles de mujeres durante el 2018 y para el 2019 estamos siendo retadas a que volvamos la mirada a la creación, a la diversidad y a todo lo bueno que Dios creo. Salgamos a la realidad que nos rodea y está ahí en nuestros patios y lugar donde vivimos. Valoremos y respetemos la diferencia de la humanidad que enriquece la vida. Cuidémonos mutuamente afirmando nuestras diferencias como parte de esa creación. Animémonos a entrar en contacto directo con toda la creación que es muy buena, disfrutémosla y cuidémosla para brindarla saludable a las futuras generaciones. Desconectémonos de lo que nos distancia y conectémonos unos con los otros y otras. Dejemos de discriminar a quien es diferente y piensa diferente, invitémosles a nuestra mesa. Abramos nuestra mente, nuestra casa, nuestra mesa a aquellos que están más vulnerabilizados como la gente migrante. Escuchemos sus historias en vivo. Abrasémonos. Juntas como movimiento del Día Mundial de Oración y más allá de las fronteras humanas construyamos conexiones que lleven esperanza. - Rebeca Cascante Gómez, CIDMO Representante Regional de Latinoamérica
3 Comments
Elsa HABEGGER
9/12/2018 04:49:59 pm
Bendiciones en su obra
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